La cultura de la burocracia tiene un mismo efecto, frenar el desarrollo dinámico y la operatividad ágil y pronta de la política revolucionaria de transformación socialista de los medios de producción.
Se trata de autoorganizarse no sólo fuera del poder imperialista, en una falsa e imposible neutralidad cognoscitiva y apolítica, sino directamente en su contra.
"No creíamos que íbamos a durar tanto tiempo... se demuestra que se puede destrabar, vender muy baratos una serie de productos directamente de los productores."