Sin patròn en Grecia
Un mail que da la noticia, una voz que pide en inglés: “Please spread the news to your country too. Social and workers’ control, in every form, is very encouraging in these times of crisis”. Desde Grecia, tanto los trabajadores de salud de la localidad de Kilkis como los del diario ateniense ELEFTHEROTYPIA, han ocupado sus puestos y autogestionan su trabajo. Son dos casos diferentes con sus aristas: en el primero, es el Estado quien ha decidido recortar, por la crisis, los sueldos de muchos empleados de la salud; el caso del diario, los trabajadores editan una copia paralela llamada Los trabajadores, fuertemente resistida por los patrones, que ya es récord en ventas.
El hospital es nuestro
Desde el 20 de febrero, los trabajadores de salud de Kilkis, Grecia, ocuparon el hospital local tras considerar que “están en peligro los derechos humanos y nuestras vidas”, según un comunicado con el que anunciaron la toma. Por la crisis, o en verdad, escudándose en la crisis, el Estado griego había reducido los salarios en salud de esa localidad y de muchos otros centros médicos en Grecia. “Un compañero de trabajo, en vez de recibir el sueldo habitual de 800 euros (sí, su sueldo mensual), recibió una nota que dice que no sólo no le pagarán este mes, sino que tiene la obligación de devolver 170 euros. Otros trabajadores cobraron sólo 9 (nueve) o 4 euros y aún menos para este mes Aquellos de nosotros que todavía recibimos una especie de un sueldo los apoyaremos de cualquier modo”, cuenta Leta Zotaki vía mail, director del departamento de radiología del Hospital de Kilkis, y desde ahora miembro de la asamblea general de trabajadores y presidente de E.N.I.K. (Union of theDoctors of GreekNationalHealthCareSystem in Kilkis).
Los trabajadores han respondido así al recorte presupuestario que los ahoga, aunque no absuelven al Estado de sus responsabilidades financieras: “Si nuestras demandas no son satisfechas, se volverá hacia la comunidad local y del apoyo más amplio posible para salvar el hospital en defensa de la salud pública y gratuita, para derrocar al gobierno y a cada liberal de la política”, dicen, contundentes.
El 6 de febrero declararon el hospital en emergencia y anunciaron que atenderían nomás a los casos más urgentes: “Mientras tanto, sabiendo muy bien cuál es nuestra misión social y las obligaciones morales que tenemos, vamos a proteger la salud de los ciudadanos que acuden al hospital por la prestación de asistencia sanitaria gratuita a los necesitados”. La ocupación se concretó el 20 de febrero con la idea de autogestionar el hospital y calmar entre todos los bolsillos de los más necesitados. Aclaran en el comunicado: “A partir de ahora será un gobierno autónomo y el único medio legítimo de toma de decisión administrativa será la Asamblea General de sus trabajadores”.
A su vez, los trabajadores reconocen que sus demandas no son “específicas y aisladas”, sino producto de “la política popular del gobierno y del neoliberalismo global”, por lo que llaman a organizarse: “Las demandas para ser fructíferas deben ser promovidas hasta el final, en cooperación con las clases medias y bajas de nuestra sociedad”.
Buenas noticias
“Estoy muy feliz al anunciar que nosotros, los empleados de ELEFTHEROTYPIA, un diario ateniense, hemos logrado imprimir la segunda publicación de LOS TRABAJADORES periódico (OI ERGAZOMENOI), como nosotros llamamos al periódico que escribimos e imprimimos nosotros mismos”, escribe Aphrodite Politi, que en su ocupación lleva la razón misma del nuevo diario paralelo: “unpaid journalist in Eleftherotypia Newspaper”.
Aphrodite y sus compañeros están felices porque su nueva publicación vendió 31 mil copias, más que cualquier otro periódico en el país, afirman, lo que habla del apoyo de los lectores. Se entusiasman: “Ahora logramos imprimir 65.000 copias, y esperamos hacer aún más”.
En el comunicado, los trabajadores no especifican cuál es su situación laboral, aunque la frase de Aphrodite parece sintentizarlo: no les pagan. Ese habría sido el motor de la nueva publicación de los trabajadores que decidieron hacer un periódico por cuenta propia. El primer número llevó a título: “Quo vadis Europa?”, y, en efecto, en el contenido pesa el futuro de Europa, las crisis y deudas de la Eurozona. “Hay también entrevistas a artistas como los hermanos directores italianos Taviani, intelectuales griegos y extranjeros, economistas, entrevistas exclusivas a los científicos políticos Eric Toussaint (el fundador de CADTM – Comittee para la Abolición de la Deuda Thirld Mundial) y el Eurodiputado Daniel Cohn Bendit, muchos informes y noticias de las luchas de los trabajadores y movimientos sociales de Grecia, Europa y el resto del mundo”, cuentan. Y anuncian que el periódico pronto estará disponible en pdf en su blog erganet.wordpress.gr.
En Grecia ya se habla del nuevo periódico como “Eleftherotypia, diario recuperado por sus trabajadores”, retomando su título original pero salvando la diferencia propietaria. Los patrones, de hecho, intentaron parar la ocupación de una y mil formas: “Fueron a los tribunales para tratar de prohibirnos la venta en los quioscos, usaron amenazas personales, nos chantajearon con que perderíamos nuestras compensaciones si participábamos en la publicación del nuevo periódico, y enviaron mensajes anónimos a nuestros representantes sindicales amenazándolos”, enumeran. Nada eso logró frenar la publicación de Los trabajadores, el primer periódico íntegro de estos periodistas que fue récord en ventas. Siguen sobre el accionar patronal: “Además nos cerraron del edificio del periódico, después de desconectar los teléfonos e Internet, negándonos el acceso a nuestros sistemas informáticos y todo lo que hemos escrito”.
Cualquier similitud con la Argentina no es pura coincidencia: los trabajadores, profesionales de la salud o periodistas, de Atenas a Kilkis, notan un modelo agotado, que nada tiene que ver con sus necesidades –diarias, básicas-, y sus necesidades de soñar. No sólo reclaman lo que les pertenece sino que lo hacen del mejor modo que saben: trabajando. Y con rebeldía, asambleas y decisiones conjuntas demuestran que saben, que pueden trabajar y vivir sin patrón.